Adopción es indispensable ante incremento de canes abandonados

Adoptar a un perro (o un gato) es una decisión de vida, pues te vuelves responsable de un nuevo ser en tu familia, y recuerda que ahora hay leyes específicas que protegen los derechos de nuestras mascotas.

En Ecuador, como en otros países de Latinoamérica tenemos altos índices, sobre todo, de perros abandonados, que no sólo representan un riesgo para la salud pública, sino que también sufren de maltrato, hambre y frío.

Un estudio realizado por el Municipio de Quito en abril del 2021 señaló que en la capital existen cerca de 100.000 perros desamparados. Esto se potenció con la crisis sanitaria generada por el Covid-19. De acuerdo con la Secretaría de Salud y Urbanimal, en abril de 2020 los casos de abandono pasaron de 1 a 10 diarios. Y claro está que, este problema se replica en muchas otras ciudades.

En el país existen varias fundaciones independientes que cuidan y protegen a los perros sin hogar; pero muchas de ellas ya no se dan abasto para la cantidad de animales abandonados y enfermos que necesitan atención.

Por ello, es importante tomar consciencia de esta grave situación, por lo que hay que promover la adopción de estos seres que llenan de amor y felicidad los hogares en que son acogidos.

 

 

Pero adoptar implica responsabilidades ineludibles, y hay que pensar en todo lo necesario para garantizar el bienestar de estos animalitos. Las condiciones del hogar, su estado de salud, alimentación, higiene y el periodo de adaptación que la mascota y la familia van a requerir, sobre todo si antes no han tenido, responsablemente, una mascota.

Es importante elegir al compañero ideal para tu hogar, considerando algunos factores: tu situación financiera, el tiempo que tendrás para cuidarlo y compartir y, el tipo de mascota a elegir; de ser posible, es clave conocer la raza dominante, o al menos fijarse bien en su conducta y carácter, antes de tomar la decisión.

Algunas ‘variedades’ de perros son conocidas por su mayor energía, u otras que tienen un carácter fuerte e impositivo, que al no ser tomados en cuenta para ser canalizados correctamente pueden ser contraproducentes en el convivir familiar.

Una vez que tengas claro el panorama de adopción, es necesario considerar el espacio que tendrá el animalito para vivir. Si no se cuenta con una casa con patio o jardín, en reemplazo o complemento se pueden crear hábitos de paseo en la mañana, tarde y/o noche, necesarios para la salud física y emocional de tu nueva mascota y por qué no, de la tuya también.

El hogar, en donde descansen y duerman, debe ser cálido, sin corrientes de aire, ubicado donde no caiga lluvia, de preferencia dentro de casa y que sea muy cómodo.

Otro aspecto, pero no menos importante, es su alimentación. Al momento de elegir la comida del nuevo integrante, es imprescindible tomar en cuenta las materias primas, los aditivos funcionales, las normas de control de calidad, aporte de nutrientes, entre otras de sus características. Tampoco debes descuidar la hidratación de tu mascota y los implementos para ello.

Una recomendación para quienes, por su difícil situación actual, ya no pueden mantener a su mascota, ‘no la abandonen’, busquen uno de estos centros de acogida, que de seguro en alguno le ayudarán a encontrar una solución. (*CANimentos / **BiOcomplex / Cortesía: AUTO Magazine)

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