La evolución de la movilidad eléctrica en Ecuador

La industria automotriz avanza hacia una movilidad más sostenible y eficiente, en respuesta a los retos ambientales y a la necesidad de reducir las emisiones de CO₂. En 2023 se vendieron 1.823 unidades eléctricas, y en 2024, se registraron 1.778 ventas, según cifras de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade) y el Servicio de Rentas Internas (SRI), lo que refleja un interés sostenido del consumidor nacional por soluciones más amigables con el medio ambiente.

 

 

A nivel global, un ejemplo de referente en electrificación ha sido el Grupo Renault, que desde el año 2011 ha tenido en su cartera de producto ciertos vehículos eléctricos, los que han evolucionado significativamente, permitiendo que hoy sean una opción viable para distintos tipos de usuarios, desde conductores urbanos hasta empresas de logística. Los beneficios son evidentes, pues operan en un modo 100% libre de emisiones y aprovechan de manera óptima la energía almacenada en sus baterías.

Mundialmente, la transición hacia la movilidad eléctrica avanza con rapidez. De acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA), en el 2023 se vendieron más de 14 millones de vehículos eléctricos en el mundo, lo que representó un crecimiento del 35% con respecto al año anterior (2022).

En América Latina, los incentivos gubernamentales y la ampliación de la infraestructura de carga han facilitado la llegada de esta tecnología, y Ecuador se está consolidando como uno de los mercados emergentes en este segmento.

 

 

El impacto real de los vehículos eléctricos

Los beneficios de un vehículo eléctrico van más allá de la reducción de emisiones. Diversos estudios han demostrado que estos modelos pueden generar un ahorro significativo en costos de uso y mantenimiento, además de proporcionar una experiencia de conducción más confortable y silenciosa.

 

Cero emisiones durante su uso

Un vehículo eléctrico no libera gases contaminantes durante su operación, contribuyendo a mejorar la calidad del aire en las ciudades y a reducir el impacto del transporte en el calentamiento global.

 

Menores costos operativos

La electricidad es hasta tres veces más económica que los combustibles fósiles, lo que representa, a largo plazo, un ahorro considerable para los usuarios.

 

Mantenimiento optimizado

Al tener menos piezas móviles que un motor de combustión interna, los vehículos eléctricos requieren menos intervenciones mecánicas y sus costos de servicio pueden reducirse hasta en un 30%.

 

Experiencia de conducción mejorada

Gracias a su aceleración instantánea y a la ausencia de vibraciones, los autos eléctricos ofrecen una conducción más ágil y cómoda.

 

Carga flexible

Los vehículos eléctricos se pueden recargar en casa o en estaciones públicas, adaptándose a diferentes estilos de vida y necesidades de movilidad.

 

Cortesía: AUTO Magazine

 

 

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