Darle un estilo personal a tu vehículo siempre es tentador, sin embargo, existen algunas modificaciones prohibidas para circular con ellas por las calles (ver video) y solo podrás exhibirlo. Otras son cuando menos poco recomendables, ya que pueden afectar el desempeño de tu auto y con ellas poner en riesgo tu seguridad, la de los otros ocupantes y la de terceros en las vías.

Foto portada: Algunas modificaciones ‘se llevan bien’ con la convivencia diaria en las calles. AUTO Magazine®

 

¿Cuáles son las modificaciones más comunes y qué peligro pueden representar?

Les compartimos hoy información valiosa al respecto, en el contexto del Día Mundial de la Seguridad Vial, que se conmemora cada 10 de junio, con el objetivo de contribuir a la prevención de accidentes de tránsitos ocasionados por ‘tuneos’ incorrectos.

“El diseño de los vehículos obedece a un proceso integral de investigación e ingeniería automotriz para garantizar calidad, desempeño óptimo, confort y seguridad de todos los componentes que conforman el automotor.

Es así que la ubicación y estructura de cada sistema ha sido bien pensado; cuando éstos son modificados, muchas de las veces sin criterios técnicos, se afectará su funcionamiento y por ende se generarán riesgos”, explica Carlos Cruz, Gerente Comercial de Hankook Tire, nuestro consultado de hoy.         

Las modificaciones más comunes se relacionan con la altura del vehículo, la carrocería y los sistemas de amortiguación, así como su iluminación y sonido, entre las que destacaremos las siguientes:

 

Cambio de neumáticos

Este es uno de los cambios más comunes y considerado como uno de los más peligrosos si no se realiza con criterio técnico. Generalmente se cambia el tamaño original de la llanta por una más chica o por una más grande, inclusive más anchas… o más delgadas. El principal objetivo suele ser ‘estético’ o conseguir mayor o menor altura al piso.

 

 

Riesgos

Cuando se coloca llantas más pequeñas, “estas rodarán más rápido que la velocidad del vehículo, lo que altera la calibración del sistema de frenos ABS, reduciendo la eficiencia para detectar y prevenir que las llantas patinen, situación que especialmente durante época de lluvias representa un alto riesgo”.

Cuando el diámetro es más grande, la lectura del velocímetro se vuelve más lenta de lo normal, es decir, será difícil saber la velocidad real del auto y su rendimiento también sufre cambios.

Por otro lado, aumentar en exceso el ancho de la llanta generará mayor contacto con el suelo y un peso adicional del caucho de la llanta, causando mayor esfuerzo al motor y a las partes que mueven la llanta y por tanto, su desgaste prematuro. Esto también puede afectar la estabilidad del vehículo, ya que su centro de gravedad será más alto.

 

Cambio de amortiguadores

Modificar el sistema de amortiguación para ‘lograr’ una altura diferente a la establecida por la marca para cada modelo es otro de los frecuentes y generalmente errados cambios, ya sea más baja para tener mayor estabilidad, o más alta por temas  de ‘estética’.

Estos cambios pueden afectar lo siguiente: Generalmente se suelen cortar los resortes, lo cual reduce la estabilidad y resistencia del vehículo; además, puede generar una sobre exigencia al desempeño de los amortiguadores, lo que afecta también a la capacidad de frenado del vehículo.

 

 

Modificaciones en el sistema de iluminación

El cambio de la intensidad de las luces y la colocación de más artefactos de iluminación en diferentes zonas del auto también generan riesgos. Esto debido a que las luces constituyen el principal sistema de comunicación del automotor con su entorno, principalmente con los demás actores viales.

Lo más habitual es aumentar la intensidad de las luces, lo cual además de prohibido suele afectar la visibilidad de los otros conductores, además de generar un posible colapso del sistema eléctrico y demandar mayor energía de la batería. En estos casos, la batería y generador del vehículo se verán sobrecargados y desgastados prematuramente.

 

Sistema de escape

La principal función del sistema de escape es mejorar el rendimiento del motor, facilitando la expulsión al exterior de los gases generados en el proceso de combustión; así como reducir la sonoridad. Lo ‘más común’ es que se suele hacer modificaciones con el objetivo de volver más ruidoso al vehículo. Estos cambios, también prohibidos para libre circulación en las vías, generan riesgos directos para la salud pública, ya que generarán mayor contaminación ambiental y acústica.

 

 

La seguridad en relación a los neumáticos

• Los neumáticos son fundamentales en la seguridad activa del vehículo, ya que son los que establecen el contacto entre el auto y la superficie sobre la que recorre. De acuerdo a las características de diseño del neumático se obtendrá el desempeño deseado o exigido por el auto.

• Un neumático en mal estado no permite la conducción apropiada del vehículo y representa un riesgo que merma la seguridad, pues las principales funciones del neumático son:

• Transmitir la potencia de aceleración y frenado del vehículo al piso.

• Facilitar la maniobrabilidad del mismo, por lo que debe ser capaz de soportar el peso del vehículo y de proveer confort durante la conducción, absorbiendo las irregularidades del terreno.

 

Recomendaciones

Un neumático en malas condiciones no garantiza el cumplimiento de estas funciones, generando mayor riesgo de accidentes.

• Se recomienda realizar una revisión periódica (generalmente cada 10.000 km) de alineación y balanceo. Sin embargo, es muy importante hacer una revisión semanal de la presión de aire (o nitrógeno) en los neumáticos.

La mayoría de problemas de desgaste irregular en la banda de rodamiento son generados por una inadecuada presión, ya sea más baja o más alta de la especificada por el fabricante.

Tener la presión adecuada en cada neumático y una correcta alineación y balanceo, permitirá alargar su vida útil en condiciones óptimas de ‘prestación de servicio’ y de seguridad.

 

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