Lewis Hamilton vuelve a ser noticia en la transición de años

Lewis está hoy, una vez más, en el centro de las miradas, por una buena noticia y por otra que al parecer no lo es tanto. Por un lado, ha sido nombrado como “Caballero del Imperio Británico” por decreto real firmado por la Reina Isabel II, y por otro, cuando se daba por descontado que habría renovado con Mercedes por al menos tres temporadas más, resulta que no es así, ya que sus exigencias económicas salen del presupuesto de la escudería Mercedes, sobre todo por los cambios al reglamento de la Fórmula 1 en lo que respecta al techo salarial de sus pilotos, para 2023.

Lo cual no sería compatible con las últimas aspiraciones de Lewis Hamilton, quien para un contrato de 3 años pedía 70 millones de dólares por temporada, a sabiendas de que venía ganando unos 47 millones por año. Antes habría exigido unos 50 millones por temporada, siempre que le garantizaran un puesto por los siguientes cuatro años, una friolera cifra de 200 millones de dólares hasta fines de 2024.

Ante la primera noticia, como era de esperarse, ha creado un sinfín de reacciones, la mayoría positivas y de felicitación, pero también las hay de detractores que, sobre todo, consideran que el piloto siete veces campeón del mundo en la Fórmula 1, no se merece el título porque no tiene su residencia oficial en territorio británico, pues vive en territorio del Principado de Mónaco desde hace una década.

Sin embargo, muchas más son los motivos para que sea merecedor de este título honorario, que ya obtuvieron en el pasado otros cinco pilotos del Gran Circo de la F1: Jack Braham, Frank Williams, Stirling Moss, Jackie Stewart y Patrick Head, a los que ahora se suma Sir Lewis Carl Davidson Hamilton.

Las razones de quienes se oponen a su nombramiento, para ocultar o no sus verdaderos motivos, se enmarcan sobre todo en razones fiscales, pues argumentan que debería haber una absoluta transparencia tributaria en un personaje que vaya a adquirir este título, y Lewis lleva una década viviendo y pagando impuestos en el Principado, bajo su régimen especialísimo.

Sin embargo, la ‘hasta ahora’ estrella de Mercedes, a más de sus millones de fans a lo largo y ancho de todo el planeta, ha tenido el respaldo de, nada más y nada menos que, el Primer Ministro Boris Johnson, quien ha entrado en escena para presionar al Comité de honores deportivos, para que Hamilton sea incorporado en el registro deilustres’ pertenecientes a esa distinguida ‘Lista diplomática y de extranjeros’ (overseas, refiriéndose al ultramar de las islas) de personalidades que pueden vivir fuera del país e incluso carecer de su nacionalidad pero que “prestan un servicio extraordinario al Reino Unido, internacionalmente”.

 

En 2008, Hamilton ya recibió un primer título honorífico real, al ser nombrado como Miembro de la Orden del Imperio Británico (MBE) luego de haber ganado su primer campeonato en la F1, mientras que en este 2020 fue designado por la BBC de Londres como ‘Personalidad Deportista del Año’.

 

Y el piloto británico sí que lo ha hecho, no solo por sus bien ganados siete títulos en la máxima categoría del automovilismo mundial, sino también por ser desde hace mucho un embajador ‘ad honorem’ de gran influencia en el orbe, reconocido siempre como un ciudadano británico en cada una de sus acciones, sobre todo en la lucha por la igualdad racial en el deporte y en la vida diaria, a lo que, mucho ha ayudado el cambio de actitud en su vida privada, desde hace ya varios años atrás,  mostrándose más recatado y con un gran espíritu de lucha por los derechos humanos y contra la violencia hacia ciudadanos de ascendencia afro en todo el mundo.

Además, para acallar las voces de los críticos ‘monetaristas’, pese a vivir fuera del Reino Unido, es uno de los 5.000 ciudadanos ingleses que más impuestos paga en territorio británico, gracias a su transparencia de cuentas y sobre todo a su abultada billetera. Los entendidos calculan que su fortuna estaría por sobre los 280 millones de euros (unos 250 millones de libras) fuera de otros réditos y beneficios por sus diversas actividades extra deportivas y publicitarias.

Además, la gestión de Johnson, al hacerlo incluir en la lista diplomática de personajes sobresalientes, le exime de responsabilidades tributarias en cuanto a control fiscal sobre su fortuna en el Reino Unido. Ha ayudado también su compromiso y activismo con causas sociales y solidarias de orden mundial, como lo ha hecho a lo largo de toda esta singular temporada 2020, con su preponderante participación en el movimiento ‘Black Lives Matter’, siendo uno de sus líderes más influyentes a nivel internacional.

Poderosas voces al interior de la Fórmula 1 también se han congratulado con este nombramiento, como la del mismísimo Stefano Domenicali, el nuevo CEO de la F1, que reemplaza a Chase Carey, quien además ha dicho que todos saben de la valía de Hamilton al interior de la F1, no solo por todos los logros que hasta ahora ha alcanzado sino por todo lo que puede seguir brindando en los próximos años, catalogándolo como “un verdadero gigante” de este deporte.

Sin embargo y pese a todo ello, al parecer, Lewis sigue a la deriva en concreciones laborales, cuando el principal detractor para aceptar sus pretensiones es el mismísimo ejecutivo sueco Ola Källenius, CEO de Daimler, quien ha dicho públicamente que no está dispuesto a pagar semejante cantidad de dinero mientras a la par tiene que despedir a muchos trabajadores de las fábricas de la empresa, dentro de unas previsiones que apuntan a más de un 20% de despidos de sus nóminas, para ‘solo’ mantener un proyecto que buena parte del accionariado ve innecesariamente caro.

Más aún si saben que el heptacampeón no es imprescindible en un equipo que lleva la delantera con amplia ventaja en lo tecnológico, y que tiene a mano una alternativa brillante y mucho más económica en la persona de George Russell, que ya demostró que es un ganador nato con tan solo una ‘sentada’ en el auto del británico, además de que por su juventud es un piloto de mucho y largo futuro.

 

Este gesto, que tantas veces practicó Lewis durante la temporada 2020, para simbolizar su lucha contra el racismo, ahora ‘le servirá’ para otro fin… ¿o será que, como otros rebeldes de la historia hace algo inesperado, o lo aprovecha para impulsar aún más sus nobles causas por un mundo mejor?

 

Pero, no está dicha la última palabra, pues aún hay muchas cartas en juego, una de ellas es que, en 2023 entra en vigencia el citado nuevo techo salarial para los pilotos de la F1, factor clave para las negociaciones con Mercedes, que le ofrece a Lewis dos años seguros (2021 y 2022), más un tercero opcional, pero con una rebaja salarial acorde al nuevo reglamento.

Pero el piloto tiene más ases bajo la manga, o mejor dicho, más cosas por hacer y entre las cuales escoger, socialmente más importantes y personalmente prioritarias, como su activismo en la lucha anti racial en la cual cada día es más influyente, al igual que en su creciente interés por el cuidado del medio ambiente y su participación en la nueva categoría eléctrica de competencias off road, Extreme E, en la cual es propietario de un equipo, el X44, sin dejar de lado su conocido veganismo, del cual difunde sus beneficios y bondades.

En las próximas semanas, seguramente veremos el desenlace y entonces sabremos qué primó entre los intereses de las dos partes, si el renovar a ultranza a su genial piloto con el cual Mercedes podría seguir sacando réditos deportivos, históricos y comerciales en la F1, rompiendo récords que estarían a mano, al menos por un par de años más, y para el mismo Hamilton de volverse en casi inalcanzable en cuanto a títulos y récords y agrandar su ya histórica figura; o si la ‘cordura’ del equipo y arriesgar con un nuevo piloto que podría pasarles factura por su inexperiencia, y para el hombre-piloto dejar de lado sus aspiraciones materiales y de ego y dedicarse al cien por ciento a actividades más altruistas como las que ya viene realizando a medio tiempo, por un mundo mejor.

Nosotros, como muchos de ustedes, tenemos nuestras propias ideas al respecto, sabiendo que a Lewis le queda mucho tiempo y talento para desarrollar ambos frentes, y si de dinero se trata, no le hace falta, mientras que la gloria del camino hacia el ‘Olimpo’ del automovilismo le está ciertamente despejado, y que a los planes ‘eléctricos’ de Mercedes aún le quedan unos años de transición híbrida con nuevas glorias. (AUTO Magazine / M.G.)

 

M.G. / AUTO Magazine

Desde 2004. Revista de la Industria Automotriz, deportes, servicios y afines.