Ferrari hará una evolución en su auto de 2018, no una revolución
En Maranello se está trabajando duro. Los técnicos del departamento de carreras tienen que revisar el diseño de la suspensión delantera, después de que la FIA haya limitado el cambio de altura de la dirección a un máximo de 5mm, una decisión aprobada por Charlie Whiting el 12 de diciembre y que llegó cuando el monoplaza 2018 ya se encuentra en una fase avanzada.
De hecho, el prototipo ya pasó la prueba de choque frontal, que fue superada a la primera. El 669 –denominación que recibe el proyecto– será una evolución del SF70H y no una revolución, después de los brillantes resultados cosechados por el coche 2017, que logró cinco victorias con Sebastian Vettel y que lideró el campeonato de pilotos durante buena parte de la temporada.
Según las primeras informaciones, no se esperan cambios notables en el concepto del monoplaza que fue competitivo desde el GP de Australia y mantuvo un buen nivel de desarrollo durante el año, tanto en el chasis como a nivel de aerodinámica, aunque sí hubo algunos problemas con la unidad de potencia a partir de Monza.
La mejora del motor no estuvo a la altura de las expectativas, dado que la cuarta unidad de potencia –que iba a ser un adelanto de la de 2018– resultó ser un fracaso que costó puntos definitivos en la lucha con Hamilton por el título.
El jefe de diseño, Simone Resta, apoyado por Rory Byrne, habría estirado ligeramente el tamaño del 669 pasando de los 3.594 mm del SF70H a superar la barrera de los 3.600 mm, lo que contrasta con Mercedes que reducirá ligeramente la distancia entre ejes respecto al W08 –que con 3.760 mm era el más largo.
El próximo año, por lo tanto, habrá una cierta convergencia –Ferrari un poco más largo y Mercedes algo más corto– sin alterar la disposición de un monoplaza que ha demostrado grandes cualidades.
La configuración aerodinámica de los pontones laterales permanecerá similar, un concepto que podrían adoptar otros equipos. La solución empleada por los del Cavallino lograba eliminar las turbulencias generadas por las ruedas delanteras, obteniendo un resultado muy eficiente para enfriar del motor. (Franco Nugnes / Motorsport)