¿Es hora de llevar tu auto al ‘Spa’?

La exposición prolongada al sol, el impacto de objetos externos o el envejecimiento natural de un vehículo pueden cambiar su apariencia de manera importante. Con el paso del tiempo, dependiendo del mantenimiento, el color de la carrocería puede opacarse o presentar varios raspones o hendiduras; inclusive pueden aflojarse algunos componentes, generando ruidos extraños y molestos.

Estas fallas pueden agravarse si no son corregidas de manera oportuna; y la “técnica del rejuvenecimiento” es una solución efectiva que también puede aplicarse en los autos. ¿En qué consiste esta alternativa?, ¿cuándo y cómo se debe aplicar?

A continuación te compartimos una guía al respecto:

Cuándo llevar el auto a su ‘Spa’…

Cuando le ocurra alguno de estos imprevistos:

  1. Deterioro en la pintura: Ya sea por largas horas de exposición al sol o por algún raspón. También suelen aparecer varias hendiduras provocadas por roces o el impacto de las piedras del suelo que rebotan durante la circulación del vehículo.
  2. Rasguños o rayones notorios: Por choques, roces, entre otros motivos. Si son muy visibles es recomendable arreglarlos a tiempo antes de que se vuelvan más grandes por el desgaste de la pintura; incluso algunos podrían generar óxido.
  3. Falta de brillo en la pintura: Con el paso del tiempo y la exposición a la intemperie, suele ocurrir que la pintura original pierde su brillo, esto hace que el vehículo aparente ser más viejo.
  4. Poca periodicidad entre mantenimientos: Las fallas son más frecuentes y el vehículo puede pasa largos periodos de tiempo en la mecánica.

¿En qué consiste el rejuvenecimiento de vehículos?

Trabajos funcionales:
  • Diagnóstico de fallas: Comprende la revisión minuciosa del funcionamiento de todo el vehículo, sus sistemas y apariencia física, con el objetivo de determinar los correctivos necesarios.
  • Alineación y balanceo: Con el tiempo y el uso, el ángulo de las ruedas puede verse alterado. De ahí que este proceso es importante, ya que ajusta este ángulo según lo estipulado por cada fabricante, brindando mayor estabilidad al vehículo y menos desgaste de los neumáticos.
  • Mantenimiento de baterías: El desgaste de la batería es muy común, en especial en vehículos que pasan estacionados por largos periodos de tiempo, mucho más ahora debido a la pandemia. Este mantenimiento permite recargar o reemplazar la batería para garantizar el óptimo funcionamiento del automotor.
  • Cambio de aceite: Este proceso es vital para mantener el buen estado y funcionamiento del vehículo; consiste en reemplazar el aceite y el filtro usados, por nuevos. Esto mejora la lubricación del motor y evita la fricción de sus piezas internas, previniendo otro tipo de daños reparativos a futuro a causa del desgaste de piezas internas.
  • Limpieza de inyectores: Este paso es básico, ya que permite asegurar el correcto flujo de combustible en el vehículo y evita olores desagradables. Si la calidad de los combustibles es mala se requerirá hacerlo con mayor frecuencia de lo que cada marca establece.
  • ABC de frenos: Este sistema es primordial para garantizar la seguridad vial del conductor y sus ocupantes. El proceso consiste en una revisión profunda de las ruedas (aros y llantas) delanteras y traseras, de los discos y pastillas de freno, o tambores y zapatas, de ser el caso, y de la calidad y nivel del líquido de frenos y sus cañerías. Este es parte del mantenimiento obligatorio y preventivo, con el que se garantiza el correcto funcionamiento del sistema y se mejora la seguridad de los usuarios.

Trabajos estéticos:

  • Lavado exterior profundo.
  • Lavado de motor a detalle.
  • Abrillantado de carrocería.
  • Lubricación de canales de vidrios.
  • Lubricación de chapas y bisagras, incluidos los de cabina, si aplica (camiones, etc.).
  • Lubricación de cable de freno y acelerador con lubricante de cadenas y cables CRC.
  • Control y acondicionamiento de bandas de motor (o cambio, de requerirlo).
  • Limpieza y protección de terminales de baterías con limpiador y protector de baterías CRC.
  • Recubrimiento cerámico en parabrisas, para proteger el vidrio y evitar rayaduras y suciedad. Además, mejora la visibilidad al momento de conducir.
  • Trabajos adicionales que se necesiten y se detecten en la revisión del vehículo.

En ocasiones se requiere pintar la carrocería, y lo mejor es pintarlo al horno, para garantizar mejores resultados. También se puede realizar la aplicación de recubrimientos cerámicos en la pintura, que si son de calidad pueden durar de 1 a 3 años, dependiendo del requerimiento y del bolsillo del cliente. (Teojama Comercial)

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