Peugeot-Citroen compra Opel a GM por 2.200 millones de euros
Con esta operación, el grupo automovilístico PSA se convertirá en el «número dos» del sector en Europa. Tras meses de negociaciones y semanas de intensos rumores, el grupo automovilístico PSA Peugeot Citroën ha anunciado este lunes la compra a la estadounidense General Motors (GM) de su filial Opel / Vauxhall, una operación de 2.200 millones de euros, que le convertirá en el número dos del sector automotriz europeo, con una producción de más de cinco millones de vehículos anuales y solo por detrás de Volkswagen.
Este pasado fin de semana se filtraba a la prensa que Volkswagen tenía planeada una operación parecida y que contaba incluso con el visto bueno de la Cancillería de Berlín, pero la crisis de los motores diésel impidió a la alemana lanzarse a la toma de Opel y finalmente será una francesa la que haga la compra y la consiguiente reestructuración.
La operación de compra se desglosa en la adquisición de Opel/Vauxhall por 1.300 millones de euros, y la de la filial financiera de GM en Europa por 900 millones, según ha precisado PSA en un comunicado. El nuevo grupo sumará 13.000 empleos en España con tres fábricas en Zaragoza, Vigo y Madrid, que se preguntan ahora por su futuro. Un tercio de los 1,2 millones de automóviles fabricados el pasado año salieron de la planta de Zaragoza. Las otras fábricas importantes de Opel están en Reino Unido, Polonia y Hungría, así como en las ciudades alemanas de Rüsselsheim, Eisenach y Kaiserslautern. La más grande es la de su sede en Rüsselsheim con 15.040 empleados, de los cuales 7.690 trabajan en el centro de desarrollo e investigación.
La directiva de PSA se ha apresurado a garantizar esta mañana que “por supuesto, el nuevo propietario respetará las obligaciones adquiridas por GM con los trabajadores y proveedores”, tratando de tranquilizar a los sindicatos, pero está claro que tras la compra hay un plan de cambios que, al menos a largo plazo, difícilmente no afectarán al empleo de Oper.
En el 2016, con una cuota de mercado de 6,7% en nuevas matriculaciones de automóviles en la Unión Europea, Opel y su marca asociada Vauxhall en Reino Unido perdieron 243 millones de euros, un primer paso respecto a los 759,8 millones de pérdidas del 2015, pero a la espera de recortes que devuelvan a la senda de la rentabilidad. PSA, por su parte, obtuvo un beneficio de 2.150 millones de euros en el 2016, lo que representa el 79% más que un año antes y tras el rescate de 2014, que supuso la entrada en el capital de su socio chino Dongfeng, comprador de 14% de las acciones por 750 millones de euros. Además de los chinos, en esa ampliación de capital participó también el Estado francés adquiriendo una parte idéntica y la familia Peugeot redujo su participación mayoritaria hasta el 15%.
Fuentes de PSA han confirmado que su presidente, Carlos Tavares, ha mantenido contactos tanto con Angela Merkel como con la primera ministra británica, Theresa May, así como con los sindicatos de Opel y Vauxhall en ambos países, para precocinar la operacion. “Opel necesita ayuda y PSA se la quiere dar”, adelantó el pasado 23 de febrero durante la presentación de resultados de la firma, “porque una compañía que pierde 1.000 millones de liquidez cada año en los últimos 10 años tiene un gran problema«. Tavares ha vendido a los suyos que el principal valor que genera la compra proviene de que “Opel es una empresa alemana, con ingeniería alemana, y cuyo portafolio de modelos está muy cercano al nuestro, por lo que se pueden generar sinergias«.
Con cerca de 38.200 trabajadores en Europa, la mitad de ellos en Alemania, Opel vendió en 2016 cerca de 1,16 millones de automóviles y para la economía alemana la venta es al mismo tiempo un alivio y una derrota. La empresa, fundada por Adam Opel en Rüsselsheim, cerca de Fráncfort, en 1862, comenzó siendo una fábrica familiar de máquinas de coser y llegó a producir en 1911 un millón de ellas. Posteriormente, la familia amplió el negocio a la fabricación de bicicletas y después a vehículos de motor. Tras convertirse en el mayor fabricante automotor de Alemania en la década de los 20, pasó a formar parte del gigante estadounidense General Motors en 1929 y se convirtió en el destinatario de la tecnología automotriz estadounidense en formato europeo.
Opel formó parte del denominado “milagro económico alemán” de los años 50 y 60, pero a partir de la década de los 80 comenzó a quedarse rezagada respecto a sus competidores. La matriz estadounidense tomó las riendas desde Detroit y perdió finalmente la confianza de los consumidores. En 2009, en plena crisis, General Motors ya estuvo a punto de desprenderse de Opel y comenzaron las negociaciones con Volkswagen, una operación que pretendía devolver al mercado alemán a uno de sus integrantes autóctonos e incluso identitarios. Pero no pudo ser. Casi 120 años después de la producción de su primer automóvil, el Lutzmann, en 1898, Opel se tiñe de los colores de la bandera francesa. (ABC España)