Cómo y por qué conservar el buen rendimiento de tu vehículo
El automóvil es uno de los espacios en el que muchas personas pasan la mayoría del tiempo. Su uso, con frecuencia, se ha convertido en imprescindible ya sea por motivos laborales, productivos o sociales, por lo que sus propietarios buscan aprovechar al máximo su potencial. Sin embargo, pocos saben cómo hacerlo.
Entre los factores que se considera importantes para mejorar las condiciones de un vehículo está el cuidado de su motor y otras partes fundamentales para su correcto funcionamiento, como el embrague, los neumáticos, el conocimiento de nociones básicas de revisión mecánica y la relevancia de ajustarse a los planes de mantenimiento de cada marca y modelo.
El propietario deberá ‘saber escuchar, sentir y actuar’ frente a las ‘necesidades’ de su auto, para garantizar su óptimo funcionamiento y procurar alargar sus años de vida útil, por lo que, a continuación les compartimos las siguientes recomendaciones para mejorar el rendimiento de un vehículo:
Esta es la base para el cuidado de todo vehículo. Los propietarios deben llevar su auto regularmente al taller autorizado para cumplir con el plan de mantenimientos, de acuerdo a la recomendación de cada marca. Muchas de ellas establecen para sus modelos que los chequeos se deben realizan cada 5.000 kilómetros y otras, cada 10.000, por ejemplo
Además de realizar el mantenimiento preventivo, es importante que el propietario conozca su vehículo. Para esto deberá revisar siempre el estado de líquidos como son el nivel de aceite, nivel de líquido de frenos, líquido refrigerante y líquido limpiaparabrisas.
Por otro lado, es necesario revisar regularmente el estado y la presión de todos neumáticos; esto brindará seguridad y comodidad en los desplazamientos.
Existen elementos que deben ser cambiados impostergablemente en un vehículo, para conservar o mejorar su rendimiento y que dependen de cada fabricante. En los talleres autorizados de las marcas, el asesor de servicio alertará si el vehículo necesita el cambio de estas piezas, que con el pasar del tiempo se desgastan y cumplen su vida útil, entre ellas:
- Banda de distribución y banda de servicios: al fallar o romperse, estas dos bandas causan daños inmediatos, lo que implicar reparaciones costosas.
- Discos y pastillas de freno: son elementos clave para tener seguridad al conducir. Su desgaste puede ser rápido o lento, dependiendo del uso que les sepa dar el propietario.
- Amortiguadores: estas piezas de la suspensión suelen verse afectadas cuando el automóvil cae muy fuerte en un bache o hueco.
Por lo tanto, es primordial revisar que no se hayan roto y en el caso de haber sufrido daños, hay que reemplazarlos de inmediato, ya que ayudan a la estabilidad del vehículo y a absorber las sensaciones y reacciones de este ante las imperfecciones del camino, lo que se traduce en confort al conducir.
- Embrague: la vida útil de este elemento también dependerá de la manera en que conduce el propietario. Por ello, se recomienda que los conductores no mantengan el pie sobre el pedal de embrague todo el tiempo sino únicamente para realizar el cambio.
Tampoco se debe ‘sostener’ el vehículo en cuestas solo con su uso, es preferible frenar y arrancar cuando sea necesario. Un embrague con un manejo correcto puede durar entre 80.000 y 120.000 kilómetros.
El motor es considerado el corazón de un vehículo, pues es la fuente de su energía mecánica que le permite moverse. Al ser una máquina en constante movimiento y fricción de sus piezas internas, con el tiempo sufre desgaste, por lo que requiere un óptimo mantenimiento.
Para su cuidado, se debe realizar cambios regulares del aceite, del filtro del aceite, bandas de distribución, limpieza regular de inyectores, normalmente cada 20.000 kilómetros y, cambios de bujías, de ser necesario.
Además, es muy importante que las reparaciones se realicen en talleres autorizados, para una correcta inspección de fugas de aceite u otros problemas; igualmente para cambios del motor.
La atención garantizada por cada marca, con herramientas y tecnología específicas, así como con técnicos calificados es fundamental para el adecuado mantenimiento de un vehículo.
Ya sea durante un mantenimiento preventivo o bajo cualquier otra circunstancia excepcional, es necesario realizar la alineación, el balanceo y la rotación de los neumáticos. Lo ordinario es que se lo haga cada 10.000 kilómetros o tras realizarse un cambio de neumáticos o de piezas de la suspensión. Esto ayudará al correcto funcionamiento de las ‘llantas’ y alargará su vida útil.
La buena condición y el rendimiento de un auto dependen en gran medida del interés del propietario (en un 80% según nuestro consultado). Por esta razón, la manera en que se utiliza el vehículo y la oportunidad y calidad de sus mantenimientos definirán sus años de vida útil.
Según nuestro consultado, José Jaramillo, Director de negocios de Impoventura, representante de Volkswagen, Automóviles y SUV´s en Ecuador, las buenas prácticas incluyen ‘esperar un minuto al encender el vehículo’, antes de moverlo, para que el motor se lubrique y alcance su temperatura ideal.
De igual manera, añade, “al llegar al destino, esperar entre 30 segundos a un minuto para proceder a apagar el auto”. Además, “es importante no forzar al motor en sus revoluciones por minuto, las cuales se visibilizan en el panel de instrumentos”.
Todos los vehículos tienen un límite marcado en sus tableros el que es fundamental respetarlo (hasta antes de la zona roja). (Volkswagen/AM)