Errores comunes de conducción que suelen dañar tus llantas
Las llantas pueden sufrir alteraciones como rasgaduras, pinchazos, golpes o desgaste prematuro, durante los recorridos diarios. Es importante no minimizar este tipo de daños cuando sucedan, ya que podrían complicar cualquier situación en carretera.
En Ecuador, la Agencia Nacional de Tránsito, ANT, considera dentro de sus 28 causas probables de siniestros viales las fallas mecánicas en los sistemas de neumáticos.
¿Cómo prevenir esto y cuáles pueden ser sus principales causas ?
Los expertos consultados nos brindan una breve guía de los principales errores que cometemos al conducir, y cómo evitarlos:
Principales errores
Velocidad:
Exceder la velocidad límite de una vía es una infracción castigada por la ley y que puede ser altamente peligrosa, para propios y extraños; pero además, es un error que desgasta de manera prematura los neumáticos del vehículo, debido a la temperatura elevada que se genera a grandes velocidades por la fricción con el pavimento.
Arranques bruscos:
Acción que puede suceder cuando el vehículo se encuentra en una zona poco estable de la calzada, llevando a emplear mayor fuerza, fricción y aceleración sobre los neumáticos para impulsarlo y ponerlo en marcha, desgastando más su parte central.
Esto también puede provocar que se levante material suelto en la carretera, como gravilla, lodo o agua, lo que resulta un peligro para otros, al dificultar la visibilidad de los demás conductores, así como pone en riesgo la integridad de los parabrisas.
Frenos:
El uso excesivo de los frenos, es un error común tanto en conductores experimentados como novatos. El corte de tracción (-) que ejerce este sistema sobre los neumáticos, los desgasta de manera inmediata, pero además, compromete otros elementos como las pastillas de freno, la dirección, e incluso la transmisión del auto, sobre todo en vehículos pesados.
Conducción agresiva en zonas erosionadas:
Conocer el tipo de vía por la que se transita es esencial para una conducción segura, sobre todo si se trata de un terreno rugoso y/o con fallas. En esta situación es importante considerar la velocidad que se imprime (cautela ante todo) y el tipo de neumático con el cual trabaja el vehículo, para evitar que se ocasione una rasgadura, golpe, deformación o ruptura del remanente de caucho.
Maniobras:
Debido a la geografía de Ecuador, las curvas pronunciadas en carreteras son frecuentes, sobre todo en la región Sierra. Durante la conducción, hay ocasiones en que estas son tomadas con giros cerrados y maniobras bruscas de cambio de dirección. Esto puede generar un desgaste lateral pronunciado en los neumáticos, afectando a la geometría del eje y por consiguiente a su rendimiento y seguridad.
Factores a considerar para evitar daños
Presión:
Considerar la presión del neumático de acuerdo a los parámetros señalados por cada fabricante, permitirá que el movimiento del vehículo sea más estable; además, reduce la fricción durante la marcha, evitando desgastes laterales, o en casos extremos, incluso explosiones.
Carga:
Este es un factor fundamental, sobre todo en el sector del transporte pesado. Superar el índice de carga para el cual está diseñado un vehículo no solo lo volverá peligroso, de reacciones más lentas, e incluso inmanejable. Además, generará mayor tracción y desgaste de la huella del neumático. Esto también incrementa el consumo de combustible.
Alineación:
Es uno de los puntos ignorados en ocasiones por los conductores durante el mantenimiento del vehículo. La alineación de ejes permite que los neumáticos se mantengan al mismo nivel en el suelo evitando desgastes laterales y/o centrales que reducen la vida útil del neumático a corto plazo.
Terreno:
Los transportistas pueden enfrentarse a terrenos con rugosidades, exceso de lodo, piedras, baches, etc. En estos casos es importante controlar la velocidad y asegurar que tanto la carga como la presión de los neumáticos se encuentren en los rangos aconsejados por el fabricante, para evitar daños agresivos, como cortes o protuberancias.
Prevención
- El remanente de caucho (banda de rodamiento) es un indicador clave en la funcionalidad y rendimiento del neumático. En caso de que este llegue a ser menor a 1,66 milímetros, es imprescindible un cambio o reencauche. Hay una norma que sanciona su inobservancia.
En el caso de reencauche, es importante considerar que se debe evaluar técnicamente el estado general de la carcasa y el tiempo que ha transcurrido desde su manufactura, que debe ser de hasta 5 años o inferior, de acuerdo a recomendaciones de fábrica.
- Al concluir un viaje, se recomienda realizar una revisión visual de la carcasa de cada neumático: sus flancos, válvulas, tapa válvulas, aros, y presión de inflado; para que, de detectar daños se puedan reparar de inmediato y así prevenir otros daños y accidentes.
- La selección del neumático adecuado. Para cada tipo de vehículo es esencial utilizar el neumático correcto, para garantizar la durabilidad y seguridad. Gracias a esto, el peso de carga estará bien soportado evitando fricción directa y recurrente con el suelo.
- Revisión de sistemas de frenado. Es imprescindible para evitar que se ocasiones daños en la suspensión y en las mismas llantas, así como su desgaste irregular.
- Limpieza a profundidad. Parece un factor poco relevante, pero aporta al correcto desempeño de los neumáticos. Debido a que en los surcos de la banda de rodamiento se suelen acumular adherencias, como material terroso con agua (lodo), piedras, brea, ; lo que durante un recorrido suele generar inestabilidad en la conducción, así como a la larga, deformación y/o desgaste del neumático.
“La vida útil de los neumáticos se puede ver comprometida por errores durante la conducción, en especial aquellos que se cometen al emplear de manera inadecuada el sistema de frenado y arranque, ya sea por realizar alguna maniobra de evasión o por el estado topográfico de la vía en la que transitamos, comprometiendo a largo plazo la seguridad y operatividad del vehículo”, explica Carlos Leal, Director de Flotas de Automundial.