El cuidado de los neumáticos en época de lluvias
Las lluvias están presentes con mucha frecuencia son intensas, y los riesgos para que los neumáticos sufran daños son elevados. Los charcos, los huecos y la calzada mojada pueden afectar a estos componentes de los vehículos e incluso incidir en su correcto desempeño.
Por ello, las siguientes recomendaciones son claves para prevenir daños y accidentes que podrían ocasionarse por conducir con los neumáticos en mal estado durante la temporada de lluvias:
- Multas: El 383S del Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina que “la persona que conduzca un vehículo cuyas llantas se encuentren lisas o en mal estado será sancionada con pena privativa de la libertad de 5 a 15 días y disminución de 5 puntos en la licencia de conducir”. De ahí que tener las llantas en buen estado es una obligación determinada por la Ley.
- Roturas y reventones: Cuando el labrado está en mal estado existe mayor riesgo de que el neumático se rompa al caer en algún hueco o que se reviente con un golpe fuerte. Si esto llega a suceder la seguridad de los ocupantes se verá en riesgo, sobre todo si el vehículo se encuentra circulando a considerable velocidad y/o sobre calzada mojada.
- Máxima adeherencia al piso: Los neumáticos en buen estado también garantizan una correcta adherencia del automóvil a la superficie de calles y carreteras. Para complementar aquello, se debe revisar la presión de las llantas constantemente, verificando que tenga la medida justa; recomendada para cada modelo de auto. Esto permite lograr un mejor agarre, sobre todo cuando el asfalto esta mojado.
- Derrapes: Cuando llueve o ha llovido sobre el pavimento y las llantas están lisas; es decir, si su dibujo o labrado ya no tiene la profundidad adecuada hay mucho más riesgo de que se produzcan derrapes. Esto puede provocar pérdida de pista del vehículo y el consiguiente accidente.
Otros consejos de importancia para tu seguridad
Además de prestar especial atención a los neumáticos, también es importante verificar los siguientes aspectos del vehículo; más aún si se piensa viajar:
- Nivel de aceite del motor: Es importante comprobar la cantidad y calidad del lubricante. La clave es realizar esta actividad cuando el vehículo no está encendido, caso contrario se podría tener una medida incorrecta.
¿Qué pasa si se viaja con el nivel bajo del aceite? Se puede ocasionar un desgaste prematuro de las partes internas del motor, lo que reduce la vida útil del mismo.
- Refrigerante: Realizar una revisión antes de encender el auto, en la que se incluya el nivel del líquido refrigerante que es el que ayuda a mantener y controlar la temperatura del motor.
En caso de que no se lo revise y llega a faltar, lo primero que se daña es el empaque del cabezote del motor del vehículo. En una situación más extrema, el motor podría fundirse.
- Aceite de la caja de cambios: Es trascendental, aún más, en el caso de carros automáticos. Hay que revisarlo mientras el vehículo esté en marcha. Si hay dificultad al realizar los cambios, se debe cambiar el aceite.
- Líquido de frenos: Es importante que no tenga más de dos años y siempre debe estar por encima del nivel mínimo. Este componente controla la temperatura de los frenos, los lubrica y permite el accionar del sistema integral de frenado del vehículo.
- Plumas y líquido limpiaparabrisas: Revisar que las plumas estén en buen estado. La mejor forma de confirmarlo es ver que no dejen huella en el parabrisas. El líquido limpiador también es fundamental, sobre todo en un viaje. En caso de que el parabrisas se ensucie o tenga un carretero plagado de impurezas, el líquido (agua) de este depósito es imprescindible.
- Luces: En esta época, regularmente, en la carretera suele llover intensamente y en ciertos tramos, sobre todo de los Andes suele haber neblina. Para estar prevenido ante la presencia de estos elementos, es importante verificar el buen funcionamiento de todas las luces, tanto para una mejor visibilidad de la vía como para ser visto por los otros automotores y peatones.
- Revisión de batería: Si observa que sale líquido de la batería, se debe cambiar este elemento, pues ello es síntoma de su mal estado. Además, se recomienda chequear el alternador y mirar que los bornes de la batería estén limpios, pues si hay óxido o están muy rugosos es muy probable que deba ser cambiada.
- Suspensión, encendido e inyección: Si se escuchan sonidos extraños en las partes bajas del automotor y se siente que no hay un adecuado balanceo de la carrocería en las curvas, es un indicativo de que existe algún problema en la suspensión. Y si hay dificultad para que arranque el vehículo, el problema suele estar en el sistema de encendido e inyección.
- Kit de emergencia para el vehículo: Nunca olvide las herramientas básicas o principales del vehículo -que suelen ser con las que viene de fábrica, más alguna otra que deberá adquirir por prevención- para afrontar los problemas mecánicos o emergencias que se le puedan presentar en el camino. Entre ellas, debes tener:
- Gata hidráulica.
- Llave de ruedas.
- Triángulos de Seguridad.
- Linterna, para ayudarse con la visibilidad en caso de emergencias en la noche.
- Guantes de protección.
- Botiquín, con insumos y medicinas básicas como: gasas, paños húmedos, aspirinas, analgésicos, alcohol antiséptico, suero fisiológico, esparadrapo.
- Extintor, que se encuentre vigente, pues uno caducado no servirá para solventar una emergencia con fuego. (Casabaca/AM)