Las historias de solidaridad de la camioneta de los sueños
«¡Está llegando la camioneta de los sueños!», fue la frase que se escuchó gritar a un niño en un paraje de la provincia de Santiago del Estero, Argentina, cuando Margarita Barrientos llegaba junto a su familia a bordo de una Nissan Frontier a hacer la labor que realizan desde hace 25 años: ayudar a los otros.
Contagiar felicidad es una frase que resonó en cada rincón de la Argentina a lo largo del último año y medio. Está en los pequeños gestos, en las acciones que tienen como objetivo estar presentes para los otros desde cualquier aspecto.
Y esta es una tarea que Margarita Barrientos viene haciendo sin cesar desde el 7 de octubre de 1996, cuando comenzaba a hacerse realidad el sueño de ayudar a los que más lo necesitan.
En ese momento nacía la Fundación Margarita Barrientos, junto a 16 personas, con la promesa de llegar a lugares remotos y brindar un plato de comida en cada lugar que pudieran.
La inspiradora historia de la Fundación Margarita Barrientos de la mano de una Nissan Frontier
Desde 2017, la Fundación cuenta con el apoyo de Nissan para alcanzar esos parajes alejados y completamente olvidados, a los que nadie había logrado entrar.
La camioneta de los sueños, es el nombre que ha recibido esta Frontier por las familias, porque cuando la ven llegar saben que viene cargada de comida, ropa y calzado, entre otros insumos de primera necesidad.
La icónica pickup ha ayudado a la Fundación a recorrer más de 179.000 kilómetros, realizando más de 50 viajes y llevando más de 70 toneladas de ayuda en los últimos dos años, llevando alegría y nuevas posibilidades a cada uno de los lugares donde se dirigen.
«Nuestro motor es saber que estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance por mejorar el estilo de vida de miles de personas. Por eso estamos agradecidos con la marca, no solo por acompañarnos y comprometerse con esta tarea, sino por permitirnos conocer a estas familias y llevarles esperanza a todos los chicos, chicas y adultos de estos parajes olvidados, a contagiar alegría y compromiso«…
«Hemos cambiado realidades enteras gracias a la posibilidad de llevar materiales que nos permitieron re-acondicionar viviendas, ayudar a mujeres en trabajo de parto, brindar remedios y medicamentos, entre millones de cosas más», expresó un vocero de la Fundación.
Hoy en día, la Fundación está compuesta por un hogar que alberga y cuida de 67 adultos mayores, un centro de salud con todas las atenciones, un centro odontológico, dos jardines de primera infancia, talleres de carpintería, electricidad, costura, la orquesta «Despertando sueños», la biblioteca «Apostar al futuro», un centro de ayuda para víctimas de violencia, un polideportivo y un comedor centra
Es así como se convirtió en un hogar para muchas familias que encuentran esperanza, empatía y, lo más importante, l que le brinda desayuno, almuerzo y cena a 3.200 personas. respeto por la vida de cada uno.