Porsche capacita refugiados para ingresar al mercado laboral

El fabricante alemán de autos deportivos lanza su segundo programa de integración para refugiados; esta vez con la participación de 15 mujeres y hombres de Afganistán, Siria, Eritrea e Irak, los cuales serán preparados hasta finales de agosto de 2017 por Porsche, para que puedan ingresar al mercado laboral alemán. El programa tiene como objetivo principal que los participantes eventualmente obtengan un puesto de formación dentro de la empresa o vayan directamente a un empleo permanente en el mercado laboral del país.

Con esto, la marca está haciendo un esfuerzo consciente en proporcionar la capacitación, no sólo para satisfacer sus propias necesidades, sino también para apoyar a las industrias con ausencia de trabajadores calificados y también ayudar a las empresas más pequeñas que no pueden implementar su propio programa de integración. Para asegurar que los refugiados puedan hacer una transición sin problemas, Porsche continúa trabajando en estrecha colaboración con la Agencia Federal Alemana de Empleos para proporcionarles asesoramiento profesional. Después del primer año del programa, 11 refugiados recibieron posteriormente una oferta de trabajo en Porsche.

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Porsche continúa cosechando éxitos, lo que significa que es de vital importancia que adoptemos una perspectiva más amplia. Es por eso que nuestro programa de integración no se limita solamente a ofrecer a los refugiados oportunidades de carrera que les ayuden a integrarse con éxito en el campo laboral. Sino que también se trata de utilizar nuestra experiencia en adiestramiento para ofrecer a empresas artesanales o pequeñas empresas industriales, personal motivado y altamente cualificado”, dijo Andreas Haffner, Miembro del Consejo Directivo de Recursos Humanos y Asuntos Sociales de Porche AG.

Por su parte, Uwe Hück, Presidente del Comité General de Empresa y Vicepresidente del Consejo de Supervisión de Porsche AG, también cree que este enfoque integral es el camino correcto hacia el futuro: “Para una integración exitosa se debe recibir una formación de buena calidad, y eso cuesta. Muchas empresas artesanales o pequeñas empresas no pueden permitirse ese lujo. Es por eso que estamos mirando más allá de nuestra propia empresa, porque cuando se es tan exitoso como Porsche, existe una obligación hacia la sociedad en general. Encarnamos el espíritu de integración dando a los refugiados la oportunidad de que encuentren su lugar en Alemania dentro de nuestra empresa. Eso es importante, porque ser un refugiado no es una carrera, es un destino duro. Detrás de cada historia de refugiados hay gente real y debemos ayudarlos lo mejor que podamos. Pero la integración no se trata de un proceso unidireccional. Para mí, significa que los refugiados también tienen que aprender alemán, aceptar nuestra cultura y desempeñar su papel de manera diligente y disciplinada. Esto nos ayudará a hacer una contribución a la sociedad, y ese es el espíritu único en Porsche”.

El programa de integración de Porsche dura ocho meses y se divide en tres bloques. En los primeros tres meses, los refugiados se someten a un intenso entrenamiento del idioma alemán, con especial atención en la terminología técnica. Aunque cada uno de los graduados del programa es capaz de rendir el nivel de idioma B1, los empleadores más interesados especifican conocimientos lingüísticos mejorados con un enfoque de carrera, como el requisito más importante para obtener empleo futuro. En el segundo bloque, los participantes aprenden habilidades técnicas básicas durante un período de cuatro semanas en el centro de entrenamiento de Porsche. Además de la capacitación práctica en tareas tales como fresado, lijado y perforación, este bloque se enfoca en la concientización sobre temas de seguridad y calidad. Durante los últimos cuatro meses, los refugiados visitan y observan diversos departamentos técnicos en Porsche y completan pasantías con fines de orientación, incluso en empresas asociadas interesadas. El programa de integración se apoya durante toda su duración en un día de formación profesional por semana, además de la enseñanza sociopedagógica y sociocultural.

El primer año de integración en Porsche superó las expectativas, con 11 de los 13 refugiados, de edades comprendidas entre los 16 y los 38 años, que mantienen sus perspectivas de trayectoria profesional en la planta central del propio fabricante de autos deportivos. La puerta sigue abierta en la marca para los otros dos participantes; los cuales actualmente están obteniendo en una escuela las destrezas lingüísticas y la capacitación adicional que necesitan.

M.G. / AUTO Magazine

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