Guía para utilizar las direccionales correctamente

Las luces direccionales se accionan mediante una palanca situada detrás del volante, en la parte izquierda

Utilizar las direccionales es un factor clave en términos de seguridad, pues sirve para señalizar al resto de usuarios de la vía que se va a realizar un giro, un cambio de dirección, un adelantamiento o un estacionamiento. Este indicador es el principal medio que tenemos para comunicarnos con los demás conductores para informarles de nuestras intenciones al volante -salvo el señalizar con el brazo y mano izquierdos, en caso de un daño intempestivo en este fundamental sistema-. Pese a ser de vital importancia, existen algunos automovilistas que apenas hacen uso de ellos, con el consiguiente riesgo de provocar un accidente.

Seguramente, algunos lectores se acordarán de aquellas polémicas declaraciones que hizo hace un par de años una presentadora española, en las que decía que “nunca” ponía los intermitentes porque le daba mucha rabia “el sonidito ese de tic, tac, tic, tac que hacen”. Pues bien, moleste o no, es imprescindible y obligatorio usar la palanca de direccionales para evitar fatales percances en las calles de las urbes y en carretera. De hecho, la ley obliga a los conductores a utilizarlas para advertir al resto de usuarios de la vía sobre las maniobras que van a realizar.

Los cambios de carril y adelantamientos se deben señalizar con las luces direccionales (intermitentes, a un lado o a otro) EFE

En el caso de no tenerlas o que no funcionen se establece que, en su defecto, se utilice el brazo para indicar el cambio de dirección: en posición horizontal con la palma de la mano extendida hacia abajo, si el desplazamiento va a ser hacia el lado que la mano indica; o doblado hacia arriba, también con la palma de la mano extendida, si va a ser hacia el lado contrario.

Antes de señalizar cualquier maniobra tenemos de cerciorarnos de que podemos llevarla a cabo con plena seguridad y sin entorpecer la marcha del resto de vehículos. Para ello es necesario observar bien el tráfico ayudándonos con los retrovisores. Cuando vemos que podemos completarla sin incidentes procedemos a señalizar la acción: elevamos la palanca si vamos hacia la derecha o la bajamos si lo haremos hacia la izquierda. De todos modos, se debe tomar en cuenta el hecho de que activar alguno de los intermitentes no da derecho absoluto a tener prioridad de paso o detención.

Desde hace algunos años muchos vehículos también incorporan una luz intermitente en los retrovisores exteriores (Getty Images)

Son múltiples las situaciones de tráfico en las que es necesario utilizarlos para indicar qué acción vamos a realizar con nuestro vehículo. Tal es el caso de las incorporaciones en una vía, ya sea desde parado o en movimiento, como cuando accedemos a una autopista; los cambios de dirección, en los que también hay que vigilar los vehículos que circulan en el sentido contrario; los estacionamientos o detenciones en doble fila; los adelantamientos y cambios de carril; así como las salidas de una rotonda (redondel).

Las leyes de tránsito, usualmente establecen que una maniobra de giro, cambio de sentido o adelantamiento ejecutada “sin advertir al resto de los usuarios con las señales preceptivas, sin antelación suficiente” se considera una infracción grave sancionada, como en España, con una multa de 200 euros, por ejemplo.

Estas normativas también suelen establecer que, circular con las luces intermitentes o las de intensidad variable con respecto a las indicadas por ley también conlleva una sanción y una multa económica . Por ello, se recomienda comprobar que todo esté en orden y se aconseja que “ante la menor sospecha de falla, no se dude en acudir al taller para su sustitución o reparación”. (EP-E)

Destacado:

  • No señalizar las maniobras con las luces direccionales conlleva una sanción y multa.

M.G. / AUTO Magazine

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